jueves, 4 de octubre de 2018

DESMADREA / EL DESMADRE


Libia kaiatik atera zen, modu arraro samarrean. Alfontsori eman zitzaion traineruaren lema eta erlojupeko estropadako epaileak Jose Ignazio eta Eduardo ziren. Traineruan, indarrak parekotzearren nonbait, lau lagunek biren kontra ihardun zuten.

Libia bizi-bizian zihoan eta branka itsasontzi baten aurka jotzera zihoan, bat ere irtenbiderik gabe. Alfontsok ezer gutxi egin zezakeela zioen eta epaileak despistatuta zebiltzan, guztiz, eurena emanda.

La Libia salió del muelle, de forma un tanto extraña. Se había dado la responsabilidad del timón de la trainera a Alfonso y los jueces de la regata contra reloj eran Jose Ignacio y Eduardo. Seguramente que por equilibrar la fuerza de los remeros, se dispuso que a babor remaran dos y en estribor se colocaran cuatro docenitas. De todas formas, y como se puede apreciar por la disposición de los remos de esos últimos, el desmadre saltaba a la vista.

La Libia volaba sobre las aguas y se dirigía a darse de proa con el carguero que en aquellos momentos entraba en la bahía. Alfonso no era capaz de controlar aquel desaguisado y... menos aún los jueces, que estaban a lo suyo. Esta es la grabación de la conversación entre el patrón de la trainera y la embarcación de los jueces:

- (Alfonso) !Jueces! No me jodáis.  Yo no me hago responsable de nada.  Si lo sé no vengo... Quitarme ese carguero de ahí, ¡por Dios!
- (Jose Ignacio) Tú calla y a remar... Hace tiempo que no había tomado una sidra como ésta.
 - (Eduardo)  El vino tampoco está mal... ¿Cuándo llega ese "arroz al señorito"?

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